Como ya habréis comprobado hacer pan es un vicio, cuando se empieza ya cuesta de parar, a veces no queda otra, por falta de tiempo. En estos últimos días también se ha convertido en una necesidad, para comer pan rico sin tener que salir a la calle a comprar. Los molletes son unos panecillos muy típicos en Andalucía que suelen tomarse en el desayuno partidos por la mitad, tostados y regados con un buen aceite de oliva.
La receta es de Ibán Yarza uno de mis panaderos de referencia, con él es muy fácil hacer pan porque no solo lo explica muy claro, si no porque además te da alternativas y te anima a que arriesgues, pues a veces la mejor manera de aprender es equivocarse y practicar. Con estas cantidades me salieron 7 panecillos. Se pueden congelar.
INGREDIENTES FERMENTO:
- 50 grs. de harina panificable W180
- 30 grs. de agua
- 0,1 grs. de levadura fresca (tamaño de una lenteja)
PREPARACIÓN FERMENTO:
Lo preparamos la noche anterior. La harina usada es de media fuerza, si no tenéis podéis mezclar harina de fuerza con normal.
Mezclamos los ingredientes y los dejamos reposar tapados a temperatura de 20 a 25º unas 12 horas.
INGREDIENTES MASA:
- 80 grs. de fermento
- 250 grs. de harina panificable W180
- 190 grs. de agua
- 5 grs. de sal
- 1 grs. de levadura fresca
- 1 cucharadita de matalahúva (anís en grano)
PREPARACIÓN MASA:
Mezclamos todos los ingredientes incluido el fermento, queda una masa húmeda y pegajosa, pero no caigais en la tentación de añadir más harina porque no os quedarían unos panecillos esponjosos.
Dejamos reposar entre 10 y 15 minutos.
Con la mano mojada hacemos unos estiramientos y plegados de la masa. Dejamos reposar de 20 a 25 minutos.
Repetimos los estiramientos y plegados 4 o 5 veces más, con sus reposos correspondientes.
Dejamos fermentar la masa tapada entre 3 y 3'30 horas.
Ibán recomienda coger las porciones de masa con una tacita mojada en agua a modo de pala, pero yo lo hice con las manos mojadas en agua, cogiendo porciones y poniéndolas en un recipiente o sobre el mármol donde habremos puesto una buena capa de harina, darles una forma redondeada y colocarlas separadas entre sí.
Espolvoreamos harina por encima de los molletes, tapamos con un paño de cocina limpio y dejamos fermentar entre 1,30 y 2 horas.
Con la rasqueta de panadero mojada en agua traspasamos los molletes a la bandeja del horno forrada con papel de hornear, dejando separación entre ellos. Aplastamos ligeramente y cocinamos sin vapor en el horno precalentado a 250º de 8 a 10 minutos, hasta que veamos que empiezan a coger color, pero poco.
Enfriar sobre rejilla.
Los serví con una hamburguesa casera, tomate cortado en rodajas, lechuga, cebolla caramelizada y una loncha de queso.
Buen provecho!!