CRESTAS DE GALLO CON SETAS

No hace mucho comenté que había descubierto que las crestas de gallo eran comestibles y como no las había probado nunca tenía interés en probarlas, pero en mi barrio no las venden frescas y posiblemente no sabría prepararlas, pero para esto hay solución la empresa Cascajares las vende ya a punto para calentar y comer. Habiendo probado algunos de sus productos y sabiendo la gran calidad de todos ellos me decidí a probar y como siempre esta marca no me falla.
Os diré para los que no las habéis probado, que el sabor no es fuerte y su consistencia es gelatinosa, me recuerda su textura un poco a la que tienen los pies de cerdo.
Os recomiendo visitéis la web para ver sus productos, tienen venta on line y de cara a las Navidades, sobre todo los que trabajais en comercios y tenéis un mes de Diciembre maratoniano tienen un cochinillo y un capón que está diciendo cómeme.

INGREDIENTES: (2 personas)

•  1 lata de crestas de gallo de corral CASCAJARES
•  setas variadas, en este caso fueron rovellons (níscalos) y champiñones
•  ajopere (ajo, perejil y aceite)

PREPARACIÓN:

Limpiar las setas con un paño húmedo o bajo un chorrito de agua, pero sin mojarlas en exceso. Los rovellons mejor dejarlos enteros y los champiñones cortarlos en trozos.
Calentar unas gotas de aceite en una plancha y cuando esté bien caliente añadir las setas, moviéndolas para que se hagan bien por todos los lados. Cuando estén casi hechas, salarlas ligeramente y añadir un buen chorreón de ajopere.
Mientras las setas se hacen abrimos la lata de las crestas y la calentamos al baño María, una vez calientes escurrirlas de la grasa y emplatarlas junto a las setas. Riquísimas.
La próxima vez que las pruebe será con unos garbanzos salteados que me parece que ha de quedar muy rico también.