Estrenamos mes y semana de una manera dulce. La Sacher es una tarta que hace unos años la hacía a menudo, la hice tantas veces que al final llegó a aburrirme un poco. De repente vi en la web Giallo Zafferano esta receta y tuve la certeza de que tocaba reconciliarse con ella. No es una tarta muy fotogénica, pero si que os recomiendo probarla ya que tampoco es complicada de hacer. La receta original lleva mermelada de albaricoque mi versión de hoy mermelada de mandarina y vainilla casera. Ah, las cantidades de azúcar que os pongo son las que yo he empleado, en la receta ponían mayor cantidad. Está buenísima!!
INGREDIENTES TARTA: (Molde de 17 cms.)
- 75 grs. de chocolate para fundir 70%
- 65 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
- 75 grs. de azúcar blanquilla
- 3 huevos
- 65 grs. de harina
- una vaina de vainilla
- 10 grs. de azúcar glas
- una pizca de sal
INGREDIENTES RELLENO:
- mermelada de mandarina y vainilla
INGREDIENTES COBERTURA:
- 185 grs. de chocolate para fundir 70%
- 125 grs. de nata para montar
PREPARACIÓN:
Primero hacemos la tarta. Troceamos el chocolate y lo fundimos al baño María o en el microondas cuidando que simplemente se deshaga y no se queme.
Con las varillas eléctricas batimos la mantequilla con el azúcar glas, las semillas del interior de la vaina de vainilla (abrimos la vaina por la mitad a lo largo y raspamos con un cuchillo) y la pizca de sal, ha de quedar una consistencia cremosa.
Agregamos las yemas de huevo ligeramente batidas, lo hacemos en dos veces y batimos unos 8 minutos.
Añadimos el chocolate fundido que ha de estar entre 45 y 55º, mezclamos.
Montamos las claras y cuando empiecen a blanquear agregamos el azúcar blanquilla y seguimos montando.
Incorporamos las claras a la mezcla del chocolate y mezclamos con cuidado. Añadimos la harina tamizada con suavidad.
Vertemos en un molde engrasado y cocinamos en el horno precalentado a 180º una media hora, si pinchamos con una brocheta en el centro y sale seca está listo, de lo contrario dejamos algunos minutos más.
Esperamos a que esté bien fría, la sacamos del molde y partimos por la mitad, cubrimos con mermelada la superficie de la parte inferior y tapamos con la otra mitad. Pintamos por encima con una capa fina de mermelada.
Calentamos en un cazo la nata y cuando empiece a hervir apagamos el fuego, añadimos el chocolate troceado y removemos hasta que se deshaga. Dejamos que entibie un poco.
Regamos con esta crema toda la tarta, incluidos los laterales, que quede bien cubierta.
Dejamos en la nevera para que cuaje.
La adornamos a nuestro gusto, aunque no lo necesita.
Y ahora solo queda disfrutar de un trozo de rica tarta.
La sacher es una de mis preferidas, por eso no la hago, me la comería entera. Me gusta la tuya, con ese aspecto rústico que tiene lo hecho en casa, seguro que está buenísima tal cual está, a mi tampoco me gustan muy dulces.
ResponderEliminarUn beso.
Te ha quedado con muy buena pinta, a mi me encantan estas tartas porque no son muy dulces.
ResponderEliminarUn abarzo.
Te ha quedado una sacher espesctacular! En casa no nos queda claro si nos gusta o no porque según la receta vuela o allí se queda! Pero siendo para un molde de 17cm, el riesgo creo que lo podemos asumir hehehe
ResponderEliminarBesos y feliz semana,
Palmira
Ana pero que bien que pinta :-))
ResponderEliminarQue buena te ha salido, quien la pillara.
ResponderEliminarBesos. LOla
Hola Ana. La comí en Viena hace más de 30 años y ni la he vuelto a probar, ni la he hecho nunca.
ResponderEliminarHas hecho bien en repetirla. Deliciosa seguro.
Besos.
Yo como Marisa también la comí en Viena, en el hotel Sacher justamente, y en otros sitios, sobre todo de Austria y de Alemania, pero al igual que ella, nunca la he hecho. Tendré que subsanar eso.
ResponderEliminarBesiños y feliz semana
Como me gusta.....con un cafe ha de saber a gloria!.....Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarMira que está buena esta tarta y yo la tengo en pendientes. Te ha quedado con una pinta fantástica.
ResponderEliminarSaludos
Salibando .....me tienes que rica¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarBesitos¡¡