Con lo que me gusta este postre y hacía años que no lo había hecho. Pues le ha tocado su turno y aquí está, aunque es una receta que quien más, quien menos ya la tiene puesta en su blog.
La receta la saqué de un librito que tengo sobre quesos de Caprabo del año 2001.
Si queda alguien que no lo ha probado ya no hay excusa, toca animarse.
La pena es que no le hice foto al corte, os lo tendréis que imaginar porque cualquiera esperaba para comer este rico postre.
INGREDIENTES:
- 250 grs. de queso mascarpone
- 2 huevos
- 2 cucharadas de azúcar
- Melindros o bizcochos de los blandos
- 1 taza de café
- 1 chorrito de licor (opcional)
- cacao soluble
PREPARACION:
Separar las yemas de las claras.
Batir las yemas con el azúcar hasta que quede cremoso y de un color más pálido.
Montar las claras a punto de nieve.
Poner el café en un bol o bandeja junto al chorrito de licor que os guste, brandy, ron, etc. si van a comerlo niños es mejor prescindir del licor. Mojar los melindros en el café e irlos poniendo como base en el molde que hayamos elegido.
Echar el mascarpone en la mezcla de las yemas y azúcar y mezclarlo bien.
Añadir las claras con cuidado, mezclando con movimientos suaves de abajo hacia arriba.
Poner esta crema encima de la capa de melindros. Alisarla y espolvorear toda la superficie con cacao en polvo, en mi caso fue Nesquik.
Meter en la nevera y dejarlo al menos tres horas, aunque es mejor prepararlo la noche anterior, de todos modos hay que tener en cuenta que lleva huevo crudo y hay que tener mucho cuidado con la salmonelosis.
Mojar los melindros en el café